viernes, 21 de octubre de 2011

Palabras adoptadas

Cada año, nuevas palabras se van incorporando al castellano, aceptadas por la Real Academia Española, unas veces en su forma original, y otras, adaptadas. En otras ocasiones, van evolucionando desde el original, y a veces vuelven a su origen, como ocurre con whisky, que nunca triunfó como güisqui (aunque sigue siendo la forma preferida por la RAE).

Uno de los ejemplos clásicos es el del garaje. La verdad, no sé si alguna vez estuvo admitido como "garage", pero lo cierto es que las calles de Madrid están llenas de antiguos aparcamientos con esa palabra en la puerta. El problema viene cuando la gente no sabe distinguir la forma correcta y, claro, eligen la mala. Solo hay que buscar anuncios de "garages" en internet para comprobarlo.



Otro caso es el del cóctel, que hemos visto miles de veces escrito en inglés (coktail). Pero me pregunto de dónde habrá sacado la idea el dueño del local de la foto. Un nuevo palabro, que compite con el carril "ciclable" que ha inventado el equipo de Gallardón para la ribera del Manzanares, que la gente sigue llamando Madrid-Río.



Y el último ejemplo que traigo hoy es el más exagerado. Es muy fácil escribir yogur en español, tal cual suena, y hay quien sigue usando el francés "yogourt", e incluso el inglés "yogurt" (igual que en el turco original pero sin el sombrerito de la ge). Lo que alguien me tendría que explicar es por qué en el aeropuerto de Barajas han elegido esta forma tan complicada, "yoghourt", que no sé en qué idioma está, y que curiosamente es la misma que utiliza Danone. ¿Será para referirse a postres lácteos que no son yogur?



Lo peor en el caso de la T-2 de Barajas, como se puede ver en la foto, es que ponen la información en español y en inglés, pero insisten en poner dos veces ese palabro que no está ni en un idioma ni en el otro. ¿Tan difícil es mirar un diccionario cuando tienes una duda?

sábado, 15 de octubre de 2011

¡Qué País!

Hago un alto en mi trabajo (sí, estoy currando, aunque sea sábado) para comentar brevemente una esquinita de la portada de hoy de El País, la esquinita de las erratas, podríamos decir.

Me queda la duda de si son intencionadas, porque me cuesta creer que se les pase algo así. A lo mejor, con eso de escribir "findesemana" y "revistasábado" todo junto, cuestión de estilo, han dicho, por qué no, vamos a hacer lo mismo con el titular, y con esa simpática idea descubrimos al padre que Steve Jobs "noquiso" conocer y que nunca logró "reunirsecon" él.



En fin, esto es lo que se consigue reduciendo personal para aumentar los beneficios, cuando el dinero importa más que el producto. Y no son los únicos, esto es solo un ejemplo.