miércoles, 7 de enero de 2009

Por qué MSF


No me gusta hacer proselitismo porque sí, ni presumir. Pero el hecho es que hasta hace un año, más o menos, me planteaba la posibilidad de aportar una pequeña cantidad mensual a alguna ONG, y me preguntaba constantemente a cuál. Algunas han adquirido mala fama por supuestas –o demostradas– malas prácticas en la gestión de sus fondos o en la práctica de sus actividades. Otras tienen muy marcada su adhesión a partidos, sindicatos o religiones. Y yo no quería nada de eso, quería ayudar a una ONG que ayude a los demás, y punto, sin pedir nada a cambio, ni siquiera un reconocimiento especial que haga más famosos o atractivos a sus representantes a ojos de los demás.

Mi conclusión, después de informarme ampliamente, coincidió con mi idea inicial. Escogí Médicos sin Fronteras no por su premio Nobel de la Paz, de 1999. Lo hice porque los veo a menudo en las noticias, porque me gusta conocer la realidad internacional y allá donde hay un conflicto, veo a gente valiente que está allí para ayudar, no a un bando o a otro, sino a las víctimas, que no tienen color sino sufrimiento.

El año pasado MSF obtuvo un Goya por el documental Invisibles, y eso también le dio notoriedad, pero hubo mucho más, desde las campañas de vacunación a la ayuda prestada en diversas emergencias, además de sus misiones permanentes. Un resumen de su labor en 2008 se puede ver en un vídeo que, por su peso, no puedo colgar en este blog, pero que se puede ver pinchando aquí.

Todo esto se puede hacer aportando tan sólo diez euros al mes, gracias a que tiene 3,8 millones de socios. Pero aunque parezcan muchos, no lo son. Aún hace falta más, así que aquí enlazo su web, por si alguien más se anima.

¡Ah! Y feliz año a todos.