sábado, 26 de febrero de 2011

Disco cómic del espacio exterior

No por esperado, ha dejado de sorprenderme el cd cómic que han publicado el grupo The Brass Buttons y el ilustrador José Fragoso, un buen amigo al que sigo cuanto puedo en su web y su blog.

El segundo trabajo del grupo gaditano (de El Puerto de Santa María) constituye en sí un álbum con una pretendida continuidad entre sus canciones (comic-book opera, en inglés, lo llaman ellos), y cuando comenzaron a grabarlo, propusieron a Fragoso, con el que comparten amistad e inquietudes musicales (además de ilustrador, toca la batería), que les dibujara la carátula, como ya había hecho con Wet behind the ears.

Pero esa pequeña aventura fue creciendo, poco a poco, desde que le pidieron que se hiciera cargo también del cuadernillo con las letras de las canciones. Inquieto como es, Fragoso ha terminado convirtiendo ese cuadernillo en un cómic de tapas duras, editado con muy buena calidad, comparable a lo mejor que este género en auge está ofreciendo en la actualidad. Y en su interior, el disco.

Gran duda, ¿dónde colocarlo? ¿En la librería? ¿Entre los discos? Yo tengo claro que entre mis cómics reposará a gusto, claro que mis discos no tienen un espacio tan privilegiado como el que he construido para mis libros.

S.O.S. Songs from Outer Space estará a la venta en marzo por sólo 15 euros, en tiendas de discos y en fragosoart.com. Está editado por Rock Indiana y se puede oír un adelanto en Myspace.

viernes, 18 de febrero de 2011

Reciclar es fácil... si quieres

Cuando se puso en marcha la política para reciclar deshechos, no se sabe bien por qué razón, las autoridades decidieron poner en manos de los ciudadanos la responsabilidad de separar los residuos en casa.

No sé si lo hicieron para no cobrar más por el servicio de recogida de basura, pero lo que han conseguido es que mucha gente no recicle porque le resulta incómodo tener un cubo para orgánicos, otro para envases, un tercero para papel, otro para el vidrio y un espacio extra para cuando se gastan unas pilas, se funde una bombilla o se almacena el aceite usado en una botella (ojo, de plástico y con tapón de rosca).

Por si fuera poco, a la hora de sacarlos a la calle, los contenedores específicos no siempre están a mano, y para los cartuchos de impresora, el aceite y otros deshechos, hay que ir al punto limpio, o esperar a que el punto limpio móvil pase cerca de casa.

Al final, no me extraña que mucha gente eluda reciclar, por más que yo me esfuerce en hacerlo. Al menos, en los componentes de automóviles son los talleres los responsables de reciclar.



Para las bombillas fluorescentes y las de bajo consumo (no para las de toda la vida, que ya no se fabrican y tampoco se reciclan), Ambilamp (Asociación para el Reciclaje de Lámparas) ha lanzado una campaña de publicidad, realizada por la agencia China, para que cuando se te funda una bombilla, la lleves a la misma tienda donde vas a comprar la nueva y la deposites en el lugar adecuado. Así no cuesta tanto.

jueves, 17 de febrero de 2011

Un poco de bricolaje

Después de un fin de semana quitando el terrorífico gotelé de la entrada de casa, más otro para dar un par de manos de pintura, por fin tenemos biblioteca. Los libros han salido del exilio al que los enviaron mis alergias diversas, y creo que el resultado ha sido bueno, sobre todo porque la estantería la hemos hecho nosotros, ensamblando pieza a pieza, después de encargar la madera cortada a medida.

Pinchando sobre la imagen, se puede ver más grande el proceso.