
Lo que sí ha sido, seguro, es una muy buena acción para dar a conocer el trabajo de esta ONG, que informa de que los primeros ingresos obtenidos ya le están permitiendo tratar a miles de pacientes de sida infantil en Zimbabue y de enfermedad de Chagas en Bolivia.
Las pastillas aún se pueden comprar, aunque hace unos días las pedí en una farmacia y las tenían agotadas.
Otra buena noticia que nos ha dado MSF: una nueva prueba diagnóstica permite detectar a más personas con tuberculosis resistente a los medicamentos. El problema, como siempre, el precio. Y por eso, de los 440.000 nuevos casos detectados cada año, solo el 7% reciben tratamiento, y 150.000 acaban muriendo.