jueves, 28 de mayo de 2009

Al infierno los obispos

Lo poco que me quedaba por ver de los representantes de la iglesia católica en España lo ha publicado hoy el Abc en su suplemento Alfa & Omega, que edita el arzobispado de Madrid, según leo en elpais.com. Airados como están los obispos por haber sido excluidos de la vida política y por haber perdido la influencia de que gozaron en los años del franquismo, arremeten ahora contra la nueva ley del aborto, y lo hacen empleando argumentos de tertuliano chillón de programa banal de canal de televisión cutre.

En concreto, el redactor jefe de la publicación considera más grave el aborto que la violación, que, en una sociedad en la que, dice, el sexo se banaliza y se disocia de la procreación, podría considerarse un rato de diversión obligada. Con ésta y otras burradas que suelta este personaje, mi opinión hacia los máximos representantes de la iglesia católica en España no hace más que empeorar. Me pregunto si no se puede empapelar a este supuesto periodista por hacer apología de la violación.

Todo esto ocurre el mismo día que uno de los susodichos obispos, Antonio Cañizares, destacado en Roma como cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha pedido perdón por los abusos cometidos contra menores en las escuelas católicas irlandesas entre los años cincuenta y ochenta pero, lejos de callarse, su boca, como si fuera la de un animal irracional, ha soltado que aquellos abusos son menos graves que los “millones de vidas destruidas por el aborto”.

Hay mucha gente, lo sé, que trabaja y cree en la iglesia católica, que hace buenas acciones y ayuda a los necesitados y tiene unas ideas que, como las el resto de los mortales, puede discutir, al menos aquellos que tienen la suerte de vivir en democracia; no es el caso de los obispos, cuyas almas parecen corrompidas y renegadas por la libertad de culto y de pensamiento.

No voy a dar aquí mi opinión sobre el aborto, no al menos hoy. Hoy sólo quiero que quede claro que en mi opinión, si hay un infierno, que se lleve, ya, a los obispos a penar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Juanra... Lo sabes bien, soy un ex católico reciclado a laicista (también se puede ser creyente y laicista al mismo tiempo, sin duda). La Iglesia está perdiendo los papeles porque ve que su poder terrenal se va diluyendo cada día más... Una parte de la multinacional falla y temen perder un poder que nunca debieron tener. Pero la democracia y sus constituciones tienen que vencer. Un abrazo, Jimmy.

Pablo dijo...

Juan Ramón, tu y yo sabemos que conoces el infierno y tienes motivos para querer verlo lleno.
Enhorabuena por tu blog. Te sigo desde hoy.
Cuentacuen