Menos mal que mi casa no es muy grande. Los últimos fines de semana he
aprovechado para disfrazar los radiadores y poner una moldura en una
pared. Y puedo decir que ha quedado muy bien, al menos a mi gusto.
Lo
mejor de todo es que no es tan difícil como parece. La moldura se corta
fácilmente con una ingleteadora, y se pega con adhesivo de montaje.
Para el bastidor de la rejilla, también hace falta la ingleteadora, pero
en este caso me la cortaron en la propia tienda. La rejilla va fijada
con una grapadora de tapizar. Se debe humedecer un poco antes de
ponerla, para que se expanda; al secarse, se estirará y quedará tensa en
el bastidor.
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