viernes, 27 de abril de 2012

El poder del usuario

Afortunadamente, hemos llegado a un momento en que ya no es noticia que una determinada marca ayude a tal colectivo o catástrofe, porque esa ayuda es buena siempre, pero no debe confundirse el objetivo de ayudar con el de vender más. Estamos en la era de la RSC (responsabilidad social corporativa).

Si hay algo bueno en la época que vivimos es la capacidad que el usuario ha adquirido, gracias a internet en general y a las redes sociales en particular, de castigar a las marcas que no cumplen, con el medio ambiente, con la sociedad o con otras causas, cualesquiera que sean. Donar comida a necesitados no te exime de ser respetuoso con el medio ambiente, por ejemplo, y los ciudadanos son cada vez más conscientes de esto.

A los ciudadanos les cuesta reciclar, y tienen serias dudas de que las basuras que separan se reciclen realmente. Por eso, cada vez miran más la composición y la procedencia de los productos, y les alegra descubrir que algunas marcas recurren a esa materia prima, cuya transformación muchas veces es menos perjudicial que la de una materia virgen.

Antes, la única opción que nos quedaba para protestar contra una marca era no comprarla, y el mensaje de un único comprador no llegaba a la empresa. Ahora, gracias al poder de las redes, el mensaje puede calar entre otros usuarios, que ya no se sienten solos ante el gigante. Es la hora de que las marcas lo hagan bien, porque, más que nunca antes, David tiene armas para batir a Goliat.

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